24 mayo 2009

Por tierras palentinas

Como estamos muy viajeros, el pasado fin de semana aprovechamos el puente de San Isidro en Madrid y nos fuimos de viaje a Ampudia (Palencia). Ovejitas Lo primero que vimos fueron los rebaños de ovejas que aparecían por todas partes, con cuya leche hacen un queso super-rico…mmm!!!

Además de ovejas vimos caballos, ponies, vacas, patos, gallinas, y toda la fauna de la zona, que nos gustó mucho.

El pueblo de Ampudia nos gustó mucho, porque tenía un castillo muy bonito, una iglesia con una torre muy alta, y además las calles estaban muy bien restauradas con Ampudiaunas columnas y soportales preciosos. En el hotel nos daban de comer muy rico, y nos conocían ya todos los camareros, porque no parábamos de ir por todas partes.

Además, en el pueblo había un parque muy bonito al lado de la Colegiata (la torre alta de la foto), con unos árboles ideales para escalar, y ya que somos unos grandes escaladores, ahí que nos subimos como dos gatos.Subidos al árbol

El sábado nos fuimos de excursión hacia el norte, para ver el Canal de Castilla y otros monumentos muy bonitos. Primero pasamos por el yacimiento romano de la Olmeda, al lado de Saldaña, que lo acababan de abrir tras la última restauración, y tenía unos mosaicos en el suelo preciosos, aunque después de ver los 10 primeros ya nos empezamos a aburrir un poco… Es alucinante La Olmedaver cómo hace 1.600 años ya tenían hasta calefacción en las casas de campo, jacuzzis y todos los lujos (bueno, no tenían internet todavía.. je je ;-) ).

Después de la visita nos fuimos a comer a Saldaña, donde nos pusieron todo tipo de cosas ricas: jamón, queso, croquetas (mmmm), callos…, así que después del festín nos acercamos a Villalcázar de Sirga a dar un paseo, bajar la comida y ver la preciosa iglesia que tienen. PeregrinoAdemás, como está en la ruta del Camino de Santiago, hay una estatua del peregrino que está diciendo… ¡subiros a mí!, cosa que hicimos sin pensarlo mucho (y no se quejó para nada).

En este pueblo también “disfrutamos” de sus delicias gastronómicas, de las que nos llevamos un recuerdo para casa. Al día siguiente nos despertamos tarde, recogimos los trastos y nos volvimos a casa recorriendo Valladolid y sus tierras, parando a comer en Coca, en una zona recreativa desde la que se veía el castillo.

That’s all folks…. hasta la próxima!!!

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1 comentario:

julioignaciorojo@gmail.com dijo...

A mí también me encantan las tierras palentinas. Sabéis porqué? Primero porque los papás de vuestra abuelita Carmina nacieron en esas tierrs benditas y segundo porque es muy agradable pasear por ellas. No sólo poe el clima sino también porque las gentes son maravillosas. Cuando crezcáis un poquito más lo comprobaréis por vosotros mismos. Saludos a los papis y abuelitos. Julio