31 agosto 2010

Sicilia 2010 (VI). 31 de agosto

Con el trote y el desgaste del día anterior hoy decidimos dedicar la mañana al relax (y a algunas tareas “sorpresa” que nos han surgido durante el viaje relacionadas con el trabajo), así que no salimos de ruta hasta por la tarde, y nos vamos a ver Modica, que quedó arrasada por el terremoto de 1693, reconstruyéndose después en estilo Barroco. (Hubo otras tragedias anteriores, pero quedaron borradas por la del S. XVII).

Duomo de Modica

Empezamos viendo el Duomo, buen ejemplo de este tipo de arquitectura, y ubicada en la parte alta de la ciudad. Bajando xxxxmil escalones se llega al Corso Umberto I, preciosa avenida flanqueada por numerosos monumentos, como la iglesia de San Pietro, en la que nos retratamos de nuevo.

San Pietro

Pero además, Modica es conocida por sus chocolates, así que no nos lo tienen que decir muchas veces y nos metemos en una de las chocolaterías más clásicas de la ciudad, donde hacemos buenos acopios.

Antica Dolceria Bonajuto

Provistos de viandas varias, nos volvemos a cenar a nuestro refugio-oasis de tranquilidad, que al día siguiente volvemos a la ruta.

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30 agosto 2010

Sicilia 2010 (V). 30 de agosto

Lunes de nuevo, así que mientras los infantes se quedan disfrutando del Club Mini, los papás se van de excursión a Caltagirone, famosa por sus cerámicas, y la escalera de los 142 escalones.

El guardián de la escalera

Una vez subidos todos (buscando la sombra porque hace un calor importante), procedemos a bajar y hacer un poco de shopping-cerámico, haciendo buenos prisioneros en la batalla…

Compras cerámicas

Tras una frugal comida en el Giardino della Villa (el parque), ponemos ruta hacia la Villa Romana del Casale, de la que hemos visto en la página web que sólo abren por la tarde, ya que están trabajando en su restauración (eso dicen).

Kaos en a Villa

La villa, pese a su importancia, nos produce una sensación un tanto deprimente: medio cerrada, accesos por senderos medio balizados, sin indicaciones, sucio, etc etc…, que nos entristecen al ver la falta de interés en poner en valor un sitio tan interesante.

Mosaicos en la villa del Casale

En el interior de la villa hace un calor sofocante, y los visitantes circulan en todas las direcciones, por lo que la visita es un tanto caótica y cada uno se “busca la vida” para ver el yacimiento.

Dado que sólo se puede ver como un 25% de la villa (aunque cobran el 100% de la entrada), nos vamos a ver Morgantina.

Aunque inicialmente nos parece que va a ser otro fiasco, nos metemos, y como casi no hay gente y al menos hay carteles explicativos, la visita es más gratificante que la anterior.

Teatro de Morgantina

En esta foto se ve una panorámica de la ciudad, con el teatro en primer término y el ágora de la ciudad detrás.

Acabada la visita nos volvemos a Kamarina, a descansar de las carreteras Sicilianas y cenar tranquilamente junto al mar.

29 agosto 2010

Sicilia 2010 (IV). 28-29 de agosto

Ya estamos instalados en Kamarina, así que dada la paliza de ayer hoy hemos decidido descansar por la mañana, viendo las actividades que hay en el resort, y organizando el horario en consecuencia.

Por la tarde, ya recompuestos, nos vamos de visita a Ragusa, preciosa ciudad reconstruida en el Siglo XVII tras el terremoto que se llevó media Sicilia por delante. Vamos a ponerle un aire “vintage”…

El Duomo (San Giorgio)

Entre que sales, te orientas, llegas y aparcas, ya está oscureciendo… Así que como había sarao en el resort, nos volvimos pronto a cenar.

Al día siguiente hicimos planes separados, la infancia se quedó a disfrutar de las actividades del Club Mini, y los papis se fueron a ver Agrigento. Lo habitual, 38 grados a la sombra y saltando entre piedras achicharrantes.

Aquí el templo de la Concordia, en el valle dei Templi.

Templo de la Concordia

Como decía, aparte de dos reconstrucciones con pegamento, el resto está hecho unos zorros (o sea, montones de piedras por doquier).

Templo de Zeus

(Clásico montón de piedras siciliano por el que pagas una entrada), en este caso dicen que es el templo de Zeus…una ruina, vamos….

Después, y con el fin de hidratarnos, nos fuimos a comer a la ciudad de Agrigento, que nos deparó un paseo con todo cerrado (era domingo), y estas bonitas estampas de integración antiguo-moderno.

Antiguo y nuevo

Se nota la mano del arquitecto en la composición…

Tras este bonito paseo, una hora y media más de conducción suicida por las carreteras sicilianas nos permitió volver a Kamarina, oasis de paz y tranquilidad solamente alterada por hordas de niños “pasándoselo bien”.

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27 agosto 2010

Sicilia 2010 (III). 27 de agosto

Hoy nos mudamos desde Palermo a Kamarina, o sea que tenemos que cruzar la isla de norte a sur, pero damos un rodeo hacia el este, ya que queremos parar primero en Taormina.

En el camino de ida, primero por autopista, hacemos una parada para tomar fuerzas, ya que las curvas son muchas y la vejiga, pequeña.

Una parada en el camino

Tras ver el Etna por primera vez, llegamos a Taormina, ciudad turística donde las haya, pero que nos encanta según vamos paseando por ella, viendo la cantidad de cosas que muestra. Hoy comemos en una terracita a la sombra, que el calor aprieta con gusto.

Bocata, bocata

En la plaza

Después de comer vamos a ver el famoso teatro griego de Taormina, que está emplazado en un sitio espectacular, pero el entorno de edificios y carreteras no me acaba de convencer (prefiero el de Segesta, ya puestos).

El famoso teatro griego

Como el tiempo aprieta y las carreteras sicilianas son una aventura, partimos hacia Kamarina (que no sabemos exactamente dónde está, sólo el “punto gordo”), y tras rodeos por carreteras cortadas (sin señalizar, claro) y preguntar a varios paisanos, logramos llegar sanos y salvos, y finalmente nos dieron de cenar en el comedor para “tardones”, pero todo muy rico, así que nos vamos a la cama esperando a la presentación del resort al día siguiente.

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26 agosto 2010

Sicilia 2010 (II). 26 de agosto

Hoy toca día de ruinas, lo único que vimos entero fue el restaurante de la comida, el resto, a trocitos como un puzzle.

Empezamos saliendo rumbo a Segesta (ver en Google Maps), en un día que prometía caluroso. Una vez en el parking, nos hacemos el paseo bajo un sol de justicia, achicharrados como lagartijas.

Teatro griego de Segesta

Templo de Segesta

Como no nos aburríamos de ver piedras, pusimos rumbo al sur, hacia Selinunte, donde se localiza otro mega-yacimiento junto al mar, no sin antes parar a comer e hidratarnos a base de bien.

Para variar, nos metemos a las 4 de la tarde bajo un sol de justicia a ver más piedras, menos mal que esta vez usamos un cochecito para movernos por el conjunto, ya que tiene varios kilómetros de extensión, y creo que vi algún esqueleto de un turista por allí…

Pelotón en Selinunte

La vuelta decidimos hacerla por la “Sicilia profunda”, pasando por Corleone (no, no vimos al padrino) y otros pueblos cuyo nombre no recordamos, así que después de 200.000 curvas nos fuimos a cenar a un chiringo cerca del apartamento donde nos pusimos como el kiko (para variar). Después, ya de noche, a hacer las maletas, que mañana nos vamos para Kamarina!

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25 agosto 2010

Sicilia 2010 (I). 24-25 de agosto

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Esta es la primera de la serie de entradas sobre las vacaciones de este año en Sicilia. Básicamente quiero reflejar el cronograma de lo que vimos (que luego se nos olvida), y si puedo, irlo completando después.
El vuelo de ida fue Madrid-Palermo, 2 horas y media con un café y una galleta, y cuando llegamos, calor y la locura siciliana al volante, hasta que llegamos al “apartamento” en el Torre Artale Villas .
Una vez repuestos del susto, comimos algo y nos fuimos a Cefalú a pasar la tarde y cenar, que nos encantó.
Puerto de Cefalú
Al día siguiente nos fuimos de excursión por Palermo, ciudad un tanto caótica, pero que almacena en su interior joyas como la Capilla Palatina en el Palacio Normando, que nos dejó con la boca abierta.
Capilla Palatina en el Palacio Normando
Después de completar el paseo viendo S. Giovanni degli Eremiti, la catedral y callejear un poco, nos fuimos a comer a Monreale, para ver la catedral del mismo nombre, con un complejo muy bonito. Como no podía ser menos, nos subimos hasta lo más alto, para ver todo el panorama de Palermo y alrededores.
Torreón en el Duomo de Monreale
Como todavía teníamos fuerzas, nos fuimos hasta Erice, al lado de Trapani, que es un precioso pueblo medieval subido en un cerro (aparcamiento cuasi-imposible). Llegamos casi anocheciendo, por lo que nos perdimos algunos monumentos que no se veían bien en el ocaso. En la siguiente foto, la Chiesa Matrice, que abrían hasta las 12 de la noche ¿?.
Anochece en Erice
La bajada desde Erice por la carretera “local” es impresionante, empalma curvas de 180º una tras otra por una muralla, no apta para personas sensibles al mareo en el coche.
Después de ésto, vuelta al apartamento-bungalow, cena y zzzzzzzz