Dado que me han llegado varias consultas sobre qué tal resulta el viajar en caravana toda la familia, y especialmente con niños pequeños, escribo este post para contar de manera resumida nuestra experiencia (breve).
Como punto de partida, si no eres un “culo inquieto”, igual te interesa otra forma de turismo, la caravana no es para “champiñones”!!!
Para empezar diré que en nuestro caso siempre (3 veranos) ha resultado muy bien, y lo hemos pasado genial allá donde hemos ido. Pero bueno, vamos a ir al grano, a explicar cómo nos lo hemos organizado.
Empezamos por alquilar la caravana, al menos con 3-4 meses de antelación si queremos ir en verano, si no lo haces así, puede que no tengas opción de elegir fechas, así que hay que decidirse prontito. Nosotros la alquilamos en Caravaning Madrid (ahora han cambiado el nombre y la empresa a NATURAVIA). En la web se pueden hacer reservas y consultar precios.
Tenemos caravana y fechas, ahora hay que empezar a organizarse de verdad. Lo mejor es hacerse una lista de cosas a ir resolviendo, nosotros encontramos una lista prediseñada por internet (san GOOGLE siempre a la ayuda) y la particularizamos a nuestro caso (yo la hice en excel). Importante es el tema de DNI, pasaporte y tarjetas sanitarias, sobre todo si salimos fuera de España.
En ese momento ya debes tener una idea de a dónde vas a ir, en nuestro caso, el año pasado (2008), decidimos ir a Italia, por la zona de la Toscana, así que compramos guías, dimos la paliza a familia/amigos que habían ido, y si te queda alguna duda….san GOOGLE, por supuesto…
Después de toda la organización, compras, convencer a la familia de que no estás loco por irte de caravana con 2 niños de 2 años, toca el momento de embarcarse y salir, ¿cuándo llegaré?. Mi consejo es hacer un esquema de ruta, pero no ceñirse a unas fechas y recorridos concretos, al final…¡¡¡estás de vacaciones!!!, el agobio y las prisas déjalas en casa y disfruta del camino.
Hay que tener en cuenta que si sales con 2 niños de 2 años (o aunque sean mayores, que puede ser peor…), sus planes no siempre son los tuyos, así que buen rollito y take it easy…
Bueno, ya salimos, este año vamos a Italia, así que cogemos rumbo Barcelona-La Junquera-Marsella-Ventimiglia, y “voilá”, ya hemos llegado…. al tercer día de viaje, estamos un poco cansados, así que nos vamos de descanso a la zona de la Spezia.
La ruta siguió por Carrara, viendo las famosas canteras de mármol, después empezamos en “materia” de verdad en Lucca…precioso.
Dormimos en un aparcamiento de autocaravanas nuevo a 1 km de la ciudad, señalizado cuando llegas desde cualquier lado. Desde Lucca nos fuimos a Pisa, donde hicimos una breve parada para ver lo principal, con un aparcamiento de caravanas a 500 m de los monumentos, también en buenas condiciones. La visita de Pisa vale la pena, aunque sólo sea para hacerte unas fotos en la explanada de los grandes monumentos, que la verdad, impresionan. 
Desde Pisa fuimos a Volterra, visita relámpago por la feria medieval, para luego ir a dormir a San Gimignano, un destino clásico, en el que hay un aparcamiento de caravanas como a 1,5 km del pueblo que está muy bien, y además te suben en furgoneta al pueblo, con lo que te olvidas de los problemas de aparcar. Vale la pena subir a las torres y pasear y comer en este pueblo medieval con estupendas vistas de la Toscana.
Después de este bonito pueblo nos vamos a la zona del Chianti (famosos vinos), donde nos damos una vuelta por la zona, viendo los preciosos paisajes de viñedos que tienen, y acabamos durmiendo en el aparcamiento de caravanas de Greve in Chianti, un antiguo helipuerto sin demasiadas comodidades, pero gratis y con compañía. Aquí visitamos la charcutería más famosa de Italia, de donde nos llevamos unos cuantos recuerdos.
Desde aquí nos dirigimos a una de las mecas de Toscana: Siena. Nos alojamos en el camping, que aunque queda un poco lejos del centro, tiene comunicación con autobús (y si tienes ganas de estirar las piernas, pues andando, que es gerundio).
Como llegamos a media tarde, dedicamos el día siguiente a la visita de uno de los monumentos que más me impresionó de todo el viaje: la catedral… ¡¡hay que verla!!
Para dormir ese día nos fuimos más hacia el sur, a un camping cerca de Murlo, en medio de la naturaleza Toscana, en una zona con preciosos paisajes, y una piscina espectacular en el camping donde nos bañamos de noche con la piscina iluminada. Llegados a este punto, nos vamos a la cama, que estamos un poco cansados, y ya seguiremos contando la ruta mañana.
