01 julio 2005

Al fin ¡el bautizo!

"El bautizo estuvo demasiado bien para el atajo de gañanes que allí nos presentamos.

El día presagiaba jodido, por el calor infernal que se respiraba desde primeras horas de la mañana, por lo que estuve en un tris de ir en pantalones cortos si no llega a ser por el buen hacer de mi mujer.

Para mí familia fue una tarde muy agradable y bonita gracias a que los chicos no estuvieron desasosegados, y en fin mis tremendos dolores de ojos que suelen arruinarme cualquier velada, esta tarde felizmente no existieron.

Los temas relacionados con el cura se dirían que carecen de importancia, no me pareció impertinente y más bien creo que tuvo buen temple y hechuras para lidiar a los dos toritos y sus allegados. Eso si, falto un pelo para que de allí saliéramos todos bautizados, confesados y confirmados; bueno por lo menos lo intentó, no hay que quitarle su merito y fuerza de voluntad, joder que es un cura.

En cuanto a lo del tupperware, siempre pasa lo mismo, joder si es que comemos más por los ojos. Que yo tengo buen saque eso nadie lo duda. Yo solito me bebí casi medio litro de vino, más alguna cerveza que cayo por ahí, junto con algún chupito de bitter de Dulce y agua a raudales contando hasta la del servicio. Las croquetas y empanadillas ya ni me entraban y tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para zamparme dos postres completos y algún resto del de Carlitos o lo que por allí asomó, será por lo de goloso.

Un abrazo muy fuerte para todos."
Carlos

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