Como los abuelos estaban la segunda quincena de julio en Santander, aprovechamos para hacer una visita y escapar de los calores de Madrid en estas fechas, que ya nos hacía falta.
Al final, y como hacienda somos todos, no pudimos salir muy pronto de casa, pero finalmente llegamos todos enteros a la playa.
Como dormimos como lirones en el coche, a las 8 de la mañana (y para alegría de nuestros padres), estábamos botando por casa, menos mal que la abuelita es madrugadora y nos preparó el desayuno rápido…
Como se ve, la brisa marina nos abrió el apetito que no veas…
Por la tarde nos fuimos a la feria que había montada junto al estadio del Sardinero, en la que nos lo pasamos de miedo montando en todo lo que se movía…
El domingo fue básicamente más de lo mismo (playa y buenos alimentos), pero por la tarde nos tuvimos que volver a Madrid, ya que las obligaciones laborales de los papis lo exigían, así que aprovechamos para echarnos una siesta de 200 km…
Hasta la próxima.
1 comentario:
Qué alegría da ver a los cuatro primos juntos! Ya sabía que estaríais en Santander porque me lo había dicho un pajarito. Se os ve muy felices y morenitos. También sabía que hoy los abuelitos Carmina y Juan están camino de Madrid o de Chinchón porque ya añoran el calorcito del centro peninsular... Dónde están los papis de Alicia y de Jaime y los papis de Gabriela y Pedro?. Están haciendo fotografías? Besitos. Julio
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